Después de leer el título del post de este viernes, y visto que hoy se celebra Halloween (una de mis festividades favoritas) supongo que se imaginarán que les traigo una historia de terror... Pero no. Al menos no una de brujas, vampiros u hombres lobo.
Mi historia de terror, caso de la vida real, no tiene nada que ver con "la noche de las brujas" así que, para no confundir a nadie, mejor empezaré por el principio, contándoles que tengo un local maldito en la planta baja de mi edificio. Un local maldito o, lo que es lo mismo, un propietario sin dos dedos de frente (para no perder la educación) que ha convertido lo que podría ser una convivencia normal y tranquila en un circo.
Circus, por Davide Jackson |